Conozco tus palabras antes de que las escribas. Pienso y veo cada acto que realizas con asombro, pero sobretodo con pena, con una lástima como la que tiene una persona al ver a su hermano caer en una antigua condena, verlo avanzar lentamente, sin pensar en las consecuencias, en las posibles reacciones de un mundo al que hoy saludas "nuevamente".
Sabía que desde el momento en el que empezaras a hilar frases entre el espacio de tus verdades, me demostrarías y confirmarías lo que siempre negaste, lo que afirmabas no hacer, donde pensabas no caer...
Estas en el umbral de un pueblo al cual visité y en el cual casi morí. Suerte ex-compañero de largas caminatas y conversatorios sin fin, suerte en este destino que te depara, este camino hoy que eliges. Espero con el alma que llegues a un puerto mejor que el mio y sobretodo, que no te equivoques al elegir.
suerte, suerte y adiós.
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